La ultima casa es el escenario de la vida donde se proyecta la fuerza de la sexta casa. Mientras que la casa 6 representa los asuntos cotidianos realizados para mantener el cuerpo y su entorno: limpiar, cocinar, lavar, asear, ordenar y todos esos cuidados, la casa 12 son eventos que de alguna manera son la consecuencia de tales hábitos. Estos eventos no son cotidianos, por el contrario, suceden de manera imprevista y marcan la conciencia del nativo, producto muchas veces de conmociones existenciales, como accidentes, perdidas, encarcelamientos. El nexo es que, justamente son nuestras pequeñas acciones que hacemos todos los días de nuestra vida la que tarde o temprano se van a manifestar en un gran suceso. Por ejemplo si tenemos el habito de meditar, cada día un par de horas, entonces la fuerza de esa meditación se manifestara en la casa 12 produciendo un peregrinaje y encierro en algún templo lejos de casa. Si nuestro habito diario es de comer algún alimento tóxico, un día terminaremos hospitalizados porque sufrimos una intoxicación, que luego se puede complicar y estar a punto de perder la vida. Así pues, la suma total de hábitos físicos y mentales, pensamientos y acciones, van a generar cambios radicales e imprevistos que harán cambiar nuestra conciencia hacia nuevas direcciones y dimensiones. La casa 12 es entonces los encierros voluntarios e involuntarios, las perdidas y el estado del alma después de abandonar el cuerpo.
En el Bhagavad gita 8.6 Sri Krishna dice: Cualquier estado de existencia que uno recuerde cuando abandone el cuerpo, ese estado alcanzará sin falta.
Por lo tanto, lo que uno recuerde al momento de la muerte, no es fruto del azar, es producto de hábitos que se han mantenido durante toda la vida. Uno va a recordar aquello en lo que mas piensa "habitualmente". Existe una máxima: Uno es lo que más piensa; y se aplica aquí para la relación entre la casa 6 y la 12. Nuestra próxima existencia se puede ver estudiando la doceava casa y comprendiendo su relación con la sexta.
Cuando llega el momento, muchas veces forzado, de renunciar a lo que consideramos como “nuestro”, desde asuntos burdos y gruesos como terrenos, vehículos y objetos, hasta temas más sutiles como prestigio, honor, autoridad, vamos a reaccionar conforme a la manera que nuestra mente se ha estructurado por la fuerza de los hábitos que hicimos cada día de nuestra vida. Si por constancia mantuvimos la conciencia de no ser propietarios de algo, y que simplemente estábamos al cuidado de ciertas cosas en un rol temporal y circunstancial, los efectos de la casa doce, especialmente las perdidas se experimentaran como una invitación a situarnos con mayor fuerza hacia el paso final, abandonar este cuerpo y alcanzar la existencia trascendental.
Pensar en perdidas de algún tipo no es algo que nos guste, apreciamos más cuando pensamos en términos de logros y ganancias. Hasta aquí, en casi todas las casas del horóscopo se señalan adquisiciones, tu casa segunda son los logros de tu trabajo, en la tercera los hermanos, la cuarta es tus posesiones, en la quinta tus creaciones, la séptima tu pareja, en la octava puede ser alguna herencia, en la novena tus estudios superiores o alguna buena fortuna, la décima tu estatus en la sociedad y en la onceava tus amados amigos. De repente llegas aquí y es natural que debas desprenderte. Por algo es la ultima casa, se acabo la película, game over. Debes dejar aquello que solo es prestado.
Eso se entiende en la casa 12, aunque es algo que deberíamos entenderlo desde el mismo inicio en la casa 2. La casa 9 del conocimiento superior es una segunda oportunidad para aprenderlo, aunque quizás es algo tarde para muchos de nosotros pues ya desarrollamos un apego intenso por la casa (casa 4), los hijos (casa 5) y la pareja (casa 7). Si no aprendemos estas lecciones espirituales relacionadas a la renuncia y la trascendencia, los fuertes nudos del apego se multiplicaran en la casa 10 por mantener nuestro estatus y acumular riquezas (casa 11). Luego, toda esta sociedad, amistad y amor del mundo material será solo una lista de nombres de un sueño ilusorio cuando el momento definitivo de abandonar este cuerpo ha de llegar.
Hay buenos efectos de esta casa como resultado de los trabajos o actividades relacionados a estos temas. Por ejemplo, uno puede estar encerrado voluntariamente para hacer investigación, espionaje, proyectos secretos de todo tipo. En cualquier caso las experiencias son muy intensas. La revelación de información (Mercurio) o conocimiento (Júpiter) es un aspecto positivo. La facilidad para hablar idiomas extranjeros y estar en contacto con culturas lejanas es otro aspecto muy atractivo.
La casa 12 en el cuerpo se relaciona con los pies y el ojo izquierdo
El Astrólogo Dennis M. Harness comparte un poco de su interpretación de Planetas en la Duodécima Casa:
Sol: naturaleza ermitaña, necesidad de reclusión, padre ausente, falta de apoyo familiar para el desarrollo del ego, madre dominante, baja autoestima, el poder detrás del trono, problemas con las figuras de autoridad. Búsqueda de identidad personal.
Luna: Falta de afecto cuando era niño, madre ausente, miedo a parecer infantil, necesidad de tiempo de meditación, disfrute de los placeres de la cama, sensible al sonido, curación con agua, éxito en tierras extranjeras, madre espiritual con diferentes creencias religiosas, criado por hermanos.
Mercurio: Bueno para escribir y llevar un diario, naturaleza psíquica, tendencia a divagar mientras se habla, excelente para investigar y trabajar detrás de “cámaras”, poético, problemas de preocupación o miedo, dislexia creativa.
Venus: Buenos placeres en la cama, miedo a la pérdida del amor, poca demostración pública de afecto, problemas en el matrimonio temprano, tesoros y regalos escondidos. El amor al misterio, buena longevidad, muerte pacífica, un plano de existencia celestial al abandonar este cuerpo.
Marte: Kuja Dosha, el matrimonio temprano puede terminar en divorcio, personalidad pasivo-agresiva, posibles problemas de abuso ocultos, bueno para el hatha yoga. El entrenamiento en asertividad puede ser beneficioso.
Júpiter: Bueno para la meditación y el yoga, el guru puede estar ausente, los recursos financieros ocultos, desanimado a expandir los estrechos sistemas de creencias del pasado de los padres, alcanza el estado celestial después de la muerte.
Saturno: Necesidad de disciplina espiritual, camino de servicio, problemas con el miedo y el retraimiento, problemas en los pies y / o ojos, disfunción sexual. Padre no disponible, puede buscar compañeros mayores, fuertes deudas.
Rahu: Dificultades con la alteración del sueño o la sexualidad, enfermedades difíciles de diagnosticar, alteraciones astrales, necesidad de centrarse en prácticas espirituales o sadhana.
Ketu: Bueno para moksha o liberación espiritual, dones intuitivos, necesidad de comunidad espiritual o ashram, disfruta de viajes lejanos. Necesidad de crear un entorno de vida pacífico.
A continuación referencias del capítulo 16 del libro de B.V. Raman “How to Judge a Horoscope”-Tomo II
En la Primera casa: Los nativos tendrán una constitución débil y puede haber deficiencias mentales. Sin embargo, será guapo y de lengua dulce. Si el signo es móvil, el nativo generalmente estará viajando. Si el sexto señor se une al duodécimo señor en Lagna, el nativo vivirá mucho tiempo. Pero si la octava casa se ve afectada, será de corta duración. Esto también indica encarcelamiento y vivir en el extranjero. Si el Lagna y el duodécimo señor intercambian signos, el nativo será un avaro, odiado por todos y desprovisto de inteligencia.
En la Segunda Casa: La persona sufrirá pérdidas económicas. Puede que se ponga en contacto con deudas y se involucre en actos nefastos. No comerá las comidas a tiempo. Su vista será pobre y su vida familiar, marcada por la falta de armonía. Si el duodécimo señor es benéfico y digno, estas malas indicaciones se reducirán considerablemente y el nativo tendrá estabilidad financiera. Será un orador con tacto. Si el duodécimo señor está mal dispuesto, el nativo se entrega a los chismes y las riñas.
En la Casa Tercera: Será tímido y callado. Se muestra la pérdida de un hermano. Estará mal vestido. Si los maléficos lo afligen, puede desarrollar molestias en los oídos. Puede que tenga que gastar mucho dinero en hermanos menores. Como escritor, puede que no tenga éxito. Puede que trabaje en algún trabajo corriente y gane muy poco. Si el duodécimo señor se une al segundo señor en el tercero y es aspectado por Júpiter o el noveno señor, uno puede tener más de una esposa.
En la Cuarta Casa: Muerte prematura de la madre, inquietud mental, preocupaciones innecesarias, enemistad de los familiares y vivir en el extranjero son algunos de los resultados. Sufriendo un constante acoso por parte del arrendador, su residencia será en una casa ordinaria. Pero si el duodécimo señor está bien situado, estos indicios adversos se mitigan en gran medida. Si Venus es fuerte, el nativo puede poseer su propio medio de transporte, pero siempre causará problemas.
En la Quinta Casa: Se experimentará la dificultad para tener hijos o la infelicidad de los hijos. Tendrá una mentalidad religiosa y podrá realizar peregrinaciones. Puede haber dificultades mentales o problemas de salud mental, se siente miserable. No tendrá éxito en la agricultura ya que sus cultivos sufrirán plagas y enfermedades. Pero si este planeta esta fuerte será muy creativo con asuntos relacionados a la casa 12.
En la Casa Sexta: El nativo será feliz y próspero, vivirá mucho, disfrutará de muchas comodidades, poseerá un físico sano y hermoso y vencerá a sus enemigos. Pero puede verse envuelto en un litigio que puede llegar con ventaja a su fin. Pero si los maleficios afligen al duodécimo señor, la persona será inescrupulosa y de mal genio, llevándose mal con madre que sufre de infelicidad a causa de sus propios hijos.
En la Séptima Casa: La esposa puede provenir de una familia pobre. En la vida matrimonial se puede experimentar infelicidad y puede terminar en separación. Más tarde se dedicará al ascetismo. Débil de salud y sufriendo de problemas flemáticos, no tendrá conocimientos ni propiedades.
En la Octava Casa: El nativo obtiene riquezas, disfrutará de una vida cómoda. Se indica la ganancia a través de muertes y legado. Interesado en temas ocultistas y devoto del Señor Vishnu, será recto, famoso y un orador amable y estará dotado de muchas buenas cualidades de mente y corazón.
En la Casa Novena: Se muestra la residencia en el exterior y la prosperidad. Puede adquirir muchas propiedades en tierras extranjeras. Honesto, generoso y de gran corazón, puede que no tenga inclinaciones espirituales. Al no gustarle su esposa, sus amigos y su preceptor, y estar interesado en la cultura física, pierde a su padre temprano en la vida.
En la Décima Casa: Trabajador y teniendo que emprender tediosos viajes para su ocupación será médico, internista, laborando en centros de reclusión y lugares semejantes. Gasta dinero en actividades agrícolas en las que obtiene beneficios. El nativo podría no obtener felicidad ni comodidades físicas de sus hijos.
En la Undécima Casa: Se dedicará a los negocios, pero no obtendrá muchos beneficios. Tiene pocos amigos pero muchos enemigos. Preocupado por hermanos extravagantes, algunos de los cuales pueden ser inválidos, los fondos del nativo pueden disminuir debido a gastos imprevistos. Ganará bien comerciando con perlas, rubíes y otras piedras preciosas.
En la Duodécima Casa: El nativo gasta mucho en propósitos religiosos y justos. Tendrá buena vista y disfrutará de los placeres de la vida sexual. Se dedicará a la agricultura. Si los maléficos afligen al duodécimo señor, el nativo estará inquieto y siempre deambulará.
Estos resultados son generales y deben adaptarse a casos individuales con cuidado. Si el duodécimo señor es benéfico, su ocupación de la duodécima casa da resultados generalmente favorables. Si la casa 12 es un signo móvil y contiene la Luna o Mercurio, el nativo viajará mucho. Los benéficos de esta combinación dan residencia en el extranjero, viajes agradables y buena fortuna en general. Si los maléficos afligen por Papakartari Yoga o por aspecto, el nativo puede abandonar el país por temor a la ley o la vida, y llevar una vida errante.
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